El hotel tiene una limpieza de alta calidad.

Tuvimos problemas con el aire acondicionado en la habitación. Era incómodo dormir en el calor sin ventilación adecuada. Además, el ruido de la animación era perturbador durante la noche, lo que afectó nuestro descanso.

Las vistas panorámicas eran increíbles.

excelente acceso a la playa y al centro histórico de peñíscola

Disfruté de una ubicación inmejorable, justo en primera línea de playa, y la tranquilidad de la zona me permitió pasear con calma hacia el centro histórico en menos de 15 minutos, que está lleno de encanto y lugares para explorar como el Museo del Mar y la Ermita de Santa Ana. aunque debería mejorarse la limpieza en las habitaciones, ya que a veces quedaba un poco de arena de la playa.

La ubicación es perfecta, justo enfrente de la playa y a un corto paseo de la hermosa fortaleza. Las vistas desde nuestra habitación eran impresionantes, ideal para relajarse. Además, la comida era deliciosa y variada, especialmente los arroces. Un punto a destacar es la atención del personal, muy amigable y siempre dispuesto a ayudar.

El sistema WiFi podría ser un poco más rápido para facilitar la conexión.

Vistas espectaculares y comida deliciosa

Las habitaciones con vistas al mar son simplemente impresionantes y es un placer relajarse viendo las olas. La variedad y la calidad del bufet me sorprendieron, especialmente los arroces que siempre estaban en su punto. Sin embargo, podrían mejorar la limpieza del suelo, que a veces parecían un poco descuidados con arena del exterior.

Vistas impresionantes y amabilidad del personal.

Recomendado para familias que buscan tranquilidad

El hotel está genial, tanto las piscinas como la ubicación privilegiada en primera línea de playa. lo que más nos gustó fue la comida, no hay mucha variedad, pero lo que hay todo está delicioso, de aquí mando la enhorabuena a los cocineros, porque salimos todos encantados. La limpieza fue muy buena y la habitación tiene todo lo necesario con armarios grandes y cajones, el baño muy completo.

No fue barato, pero aún así aceptable.

Las habitaciones tienen buen colchón y son cómodas, con una terraza que incluye un tendedero, perfecta para disfrutar del aire fresco. La limpieza del baño es impecable y el ambiente es tranquilo para descansar.

Las vistas al mar pueden ser un engaño si no se está en las esquinas. mi habitación simplemente daba al vecino. Además, el espacio de parking parecía ser un gran problema, ya que a pesar de la indicación de que todas las plazas estaban disponibles, no pudimos aparcar allí durante nuestra estancia. noté que el gimnasio estaba bastante anticuado, solo con un par de máquinas viejas y sin mancuernas, decepcionante para un hotel de este nivel.

Insisto, este lugar es super recomendado para una breve parada,

amplio hotel, amable personal, el buffet variado y de calidad, además de ofrecer un spa donde pudimos relajarnos después de un día explorando la zona, y su excelente ubicación permite un fácil acceso a la playa y al centro de la ciudad, lo que hace de este lugar una opción ideal para los que buscan disfrutar en un solo viaje.

Todo ha sido magnífico.

Las habitaciones eran tan modernas y cómodas que me sentí como si estuviera en un resort de lujo. La vista desde mi terraza era más espectacular que un atardecer en una película romántica. El restaurante ofrecía un buffet con arroces que eran más deliciosos que cualquier plato casero que haya probado, y eso es decir mucho.

Aparcamiento complicado

La ubicación es excelente, justo al lado de la playa, lo que facilitó nuestros paseos. Las habitaciones estaban en un estado impecable, amplias y con vistas maravillosas. El servicio fue muy agradable, aunque el sistema de aparcamiento fue algo complicado y habría apreciado una mejor variedad en el desayuno.

Personal muy amable y habitaciones limpias. La conexión WiFi muy lenta.

La habitación era amplia y limpia, lo que hizo nuestra estancia más cómoda. Además, la ubicación frente al mar es impresionante y perfecta para paseos. Sin embargo, el desayuno podría mejorar en variedad y el sistema de aparcamiento fue complicado, lo que generó molestias.

Madre mía! El milhojas de pulpo que probé fue un espectáculo, suave y lleno de sabor. Además, el desayuno bufet fue un regalo, había tanta variedad que no sabía ni por dónde empezar. Las habitaciones son espaciosas, perfectas para relajarse después de un día de exploración. ¡Las vistas desde la habitación son de película, todo un lujo!